Vamos a seguir viajando al Mundo de la Mediación y realizaremos la primera parada al Océano de la Mediación Familiar.
Antes de comenzar a visitar este lugar,debemos analizar varios aspectos.
¿Qué es la familia? Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos "la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado".
La
familia está en continuo proceso de cambio y es la institución que se
ha visto más afectada por los procesos de transformación social, ya sean
agentes externos o internos. Alguno de esos factores son religiosos,
jurídicos, políticos, económicos, sociales...
Estos procesos de cambio afectan a las familias por lo que deben superar nuevos retos y adaptarse a las nuevas circunstancias.
Los
conflictos familiares surgen a lo largo de la vida del núcleo familiar.
Este tipo de conflicto son los más habituales en nuestra sociedad. La
mayoría de ellos son por falta de comunicación. Son disputas fáciles de
resolver, sin embargo generan una tensión entre los familiares que
provocan consecuencias perjudiciales para los miembros de la familia.
Por ello, se requiere la ayuda de un tercero neutral y objetivo bajo la
forma de mediador o mediadora.
Los
tipos de conflictos familiares no se centran sólo en el ámbito de
crisis matrimonial o de pareja, sino que afectan a todos los miembros
del sistema familiar: padres e hijos, hermanos, herencia, matrimonial,
económico, custodia, cuidados…
Los
conflictos familiares se encuentran ubicados dentro de los conflictos
interpersonales, es decir, afecta no sólo a las partes en conflicto,
sino a todos los miembros ya sea de manera personal, económica o social.
Los
conflictos familiares son los más personales de todos los conflictos,
ya que afectan a todos los que les rodean. Estos conflictos tienen unas
características comunes:
- El conocimiento cotidiano de la familia permite tener herramientas para construir relaciones positivas o destruirlas.
-
Los conflictos familiares tienen en común una historia compartida. Cada
reacción de una parte sirve para ayudar a determinar la de la otra. La
tensión producida durante el curso de un conflicto, es más fuerte cuando
lo preceden una serie de sucesos.
-
El conflicto que se produce no suele ser el problema básico, sino el
desencadenante de otros problemas que se arrastran en el tiempo.
-
La percepción del conflicto y el papel de las partes no implicadas son
parámetros importantes de los conflictos familiares pues pueden
identificar el conflicto con otro significado. Asimismo, también es
esencial el papel de las personas que se ven afectadas indirectamente
por el conflicto.
- El contexto
familiar es seguramente el que más perdura a lo largo del tiempo, aunque
se transforme en su estructura, pero las personas que lo componen y los
ciclos cambian. Por ello, es habitual que problemas resueltos con
anterioridad, resurjan en actuales conflictos cuando se produce un
tránsito de una etapa o ciclo vital.
-
Los conflictos pueden recaer sobre elementos tangibles e intangibles,
afectando las disputas familiares tanto a las identidades personales
como a las sociales y psicológicas de todos los miembros de la familia
aunque no sean las partes del conflicto.
Por
estas razones hay que apostar por mecanismos de resolución de
conflictos menos agresivos, como es la mediación. Esta vía atiende a
todas las necesidades los implicados y les permite obtener satisfacción
mutua. Garantiza también la continuidad de las relaciones y gracias a
ello, los acuerdos, en la mayoría de los casos, se cumplen.
Estos
efectos serían todo lo contrario si acudimos a otros sistemas más
agresivos como son los Juzgados, el arbitraje o incluso resolver los
conflictos por ellos mismos, pues no atiende a las emociones, opiniones
personales, falta comunicación y diálogo.
Por
todo lo razonado anteriormente, realizar un viaje al Océano de la
Mediación Familiar es una nueva forma de gestionar y resolver conflictos
familiares.
¿En qué supuestos podemos realizar el viaje?
1. Ruptura del matrimonio por separación, divorcio o nulidad o ruptura de parejas de hecho.
2. Crisis de comunicación de los miembros de la familia o de otra organización formal o informal.
3. Discrepancias intergeneracionales.
4. Disputas económicas entre los miembros de la familia o dentro de las relaciones cliente-proveedor, empleado-empleador.
5. Dificultades educativas con adolescentes.
6. Conflictos económicos en el seno de la empresa.
La
mediación es la mejor vía para resolver conflictos familiares por el
menor coste emocional que supone y por la mejora en la relación cuando
finaliza el viaje.
Os animamos a que viajes al Océano de la Mediación Familiar para resolver conflictos familiares por todas sus ventajas.
¡BUEN VIAJE!